sábado, 24 de agosto de 2013

Cárteles


El otro día leí un artículo que decía que 5 de las 10 ciudades más peligrosas del Mundo están en México: Ciudad Juárez, Acapulco, Torreón, Chihuahua y Durango. Excepto Acapulco, todas las demás están en el norte, concretamente en la parte verde del mapa: Federación de Sinaloa. La conclusión es que la droga circula por todo el país, pero en el norte es donde las cosas se ponen feas. 

Con ese panorama es normal que la imagen exterior de México sea la que es, pero la realidad es que si vives en una ciudad de las consideradas seguras puedes vivir con cierta tranquilidad. Por ejemplo Querétaro es de las más seguras y con mayor calidad de vida del país. Y México DF también está considerada una ciudad neutral, seguramente por intereses económicos. No exagero si digo que un sábado por la noche me siento más seguro andando por el centro de Querétaro que por el de Barcelona, donde la sensación es de más peligro callejero. Mi reflexión es que la seguridad es algo muy relativo: Si vives con los ojos abiertos y con sentido común lo más probable es que no te pase nada, todas las ciudades tienen sus barrios más inseguros y tienes que evitarlos sobretodo de noche.

Después de leer el artículo me pregunté si sería capaz de vivir en una de las ciudades del ranking, y llegué a la conclusión de que sí, aunque al principio me resultaría bastante difícil. No sé como son esas ciudades en realidad, pero supongo que debe ser posible vivir al margen del crimen, yo por ejemplo conozco una persona que vive en Torreón y no creo que cada día salga a la calle con miedo. Otra cosa es que seguramente debe extremar más las precauciones, porque a más nivel de peligrosidad menos riesgos se pueden tomar. Lo que sí desconozco es qué papel tiene el gobierno en esas actividades: Hay personas que dicen que el narcotráfico es uno de los motores financieros del país, si fuera cierto significaría que el gobierno es cómplice de esas actividades a cambio de beneficios económicos. Algunos incluso aseguran que la caída de este negocio supondría una crisis inaguantable para el país.

Desconozco cuál es la situación real, como creo que nadie puede conocerla porque se trata de un mundo oscuro, violento y corrupto, y seguramente hay muchos intereses en ocultarlo todo, lo que es cierto es que sigue cobrándose víctimas y que estoy contento de haber elegido una ciudad donde puedo llevar una vida normal, sabiendo que hay situaciones que debo evitar.

martes, 20 de agosto de 2013

Semáforos


Calle Prolongación Zaragoza, Querétaro, 6 de la tarde. Vas caminando tranquilamente cuando llegas a una intersección. Levantas la vista para buscar el semáforo pero no ves ninguno, solo el de los coches que van en la misma dirección que tu. Esperas a que se ponga verde y cruzas, mirando de reojo a la izquierda para vigilar que nadie decida girar. Llegas a la mitad de la carretera y como es de doble sentido miras a la derecha: Ya se les ha puesto verde así que salen todos escopeteados. Te quedas en el pequeño arcén que separa el cambio de sentido y vuelves a esperar a que se les ponga rojo. Y al cabo de 2 minutos consigues cruzar la calle. Luego quieres pasar al otro lado de Prolongación Zaragoza, pero tampoco hay semáforo. Te diriges al paso de peatones y esperas a que alguien pare, pero todo son coches que van a 80km/h, y si no van en 5ª es porque llevan cambio automático. "Hola, tengo preferencia" (piensas, mientras los vas viendo pasar) así que esperas a que haya un espacio lo suficientemente grande para poder cruzar en un pequeño sprint. 

Cosas como esa hacen que cada vez que sales a la calle sea una pequeña aventura: Casi nunca he visto a un coche pararse en un paso de peatones, así que se puede decir que nunca tienes preferencia ante ellos, excepto en el centro donde el tránsito está un poco más controlado. Yo por si acaso no me arriesgo a cruzar si se acerca un coche, por mucha preferencia que tenga, así que solo lo hago cuando veo campo libre. Luego están los baches: Hay calles donde hay un bache cada 50 metros (no exagero) así que conducir allí significa estar el 50% acelerando y el otro frenando. En teoría están puestos para evitar que la gente corra, pero lo único que consiguen es aumentar su consumo de gasolina y que la gente que va andando tenga más tiempo para cruzar. Por no hablar de cuando llueve: El sistema de alcantarillado es... No es, así que a la que llueve fuerte durante 15 minutos se forman unos charcos donde se puede jugar tranquilamente un partido de waterpolo. He llegado a ver casos donde el agua cubre el 70% del neumático y más que un coche parece una lancha motora.

Conclusión: Tanto si vas andando como en coche, ve con cuidado, pues no sabes qué obstáculo te puedes encontrar en el camino.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Diferencias


Cuando llegas a un país tan diferente te enfrentas a un dilema interesante: ¿Te adaptas para ser uno más o sigues siendo tu mismo para no perder tu identidad? Eres diferente por tu aspecto, tu acento y hasta cómo te comportas. Has convivido siempre con un perfil de gente, marcado por el 'Welfare' europeo, por una educación laica, por una sociedad competitiva donde todos buscan diferenciarse del resto.

Al principio lo tienes claro: Observas como se comportan e intentas imitarlos, que sientan que eres uno de ellos. Pero con el tiempo te das cuenta de que una cosa es adaptarse y otra olvidarte de tu verdadera personalidad y ser algo en lo que no crees. Porque en el momento en que renuncias a tus ideales dejas de ser auténtico, y pasas a ser una cosa indefinida que no sabe donde está ni donde se dirige.

La gente mexicana en general es muy amable, conoces a alguien y desde el primer momento te aceptan como eres y te tratan como si te conocieran desde hace tiempo. Se interesan por ti y te escuchan, son gente muy integradora y tardas muy poco tiempo en saber que puedes confiar en alguien. También son muy amables con el servicio: Meseros (camareros), vendedores, taxistas... Eso es algo de lo que tendríamos que aprender en Europa, porque al final son gente que está haciendo su trabajo, que en este momento trabajan para ti y que en general son muy amables contigo, así que tu no puedes hacer otra cosa que corresponderles. Yo por ejemplo nunca he trabajado en el sector servicios pero si lo hiciera me gustaría que los clientes me trataran bien, me sentiría más realizado.

A lo que iba: Esos son valores que está muy bien integrar en tu persona, porque son cosas en las que crees y que envidias de ellos. Pero luego hay cosas de su manera de pensar en las que no estoy de acuerdo, y que evidentemente respeto porque no digo que sea mejor ni peor, simplemente diferente. Yo seguiré pensando y actuando como yo crea conveniente, siendo quien quiero ser y esperando que el resto de personas me acepten como tal.

Los gurús del marketing y la publicidad, por ejemplo, insisten en que en una sociedad tan competitiva como la actual es muy importante saber crear una marca personal que te diferencie de los demás y que te permita añadir valor, ya sea en un grupo de personas o en una empresa. En mi caso ya tengo gran parte del trabajo hecho, como dije antes no necesito ni siquiera hablar para que sepan que soy diferente, solo con el aspecto ya lo saben a 100 metros. Y eso hará que algunas personas se interesen más por mi y que otras puedan tener perjuicios antes de conocerme. Es algo que tengo que aceptar porque es así, y buscar mi ventaja competitiva en vez de esconderme o sentirme inferior.

Acabo con una frase que me dijo un empresario español hace unas semanas: "Imagínate que México es un pastel muy grande. ¿Qué puedes aportar tu para quedarte con una parte del pastel?"

viernes, 9 de agosto de 2013

La dieta del chile


A diferencia de lo que pueda parecer por lo que se come en los restaurantes mexicanos en Europa, la comida aquí es muy variada. Hay frutas muy buenas (las más populares son el mango y la papaya) y muchos tipos de carne, pero lo que marca la diferencia de esta cocina es el chile. Puedes comprarlo a granel (foto) o en salsas, el impacto va a ser el mismo: Un toque picante que puede convertir un plato normal en algo irresistible. 

Yo ya venía preparado después de unos meses comiendo salsa Valentina, la única que llega a Europa (seguramente porque es de las más suaves). Así que cuando llegué aquí no dudé en empezar a comprar varios tipos de chile para irlos probando. Reconozco que al principio me resultaban un poco desagradables porque su intensidad no me permitía apreciar su sabor, pero he aprendido a añadir la dosis adecuada y ahora mismo las disfruto y soy capaz de diferenciar sus sabores. Por el camino me he "enchilado" un par de veces, cuando te pasa eso estás 5 minutos con un incendio dentro de tu boca que no puedes apagar con agua porque aún te pica más. De las salsas me gusta especialmente la de chile habanero porque tiene un sabor muy auténtico, apenas tiene componentes añadidos y eso la hace muy natural.

Aprovecho para comentar otras curiosidades sobre la comida que me han llamado la atención:

- Si entras en un restaurante y pides agua te preguntan: ¿Mineral, de naranja, fresa, limón, jamaica, horchata, mango, piña...?
- Hay una fruta que se llama "toronja", en un claro homenaje a Cataluña.
- Una de las marcas de aceite es "Capullo", fabricada por "Industrias Capullo".
- El ketchup se llama "Catsup", en una traducción un poco forzada.
- En Walmart te ofrecen a probar comida en cada pasillo, así que es como ir de picoteo.
- No hay panaderías pero el pan de los supermercados está muy bueno y se conserva hasta 3 días.
- Los nachos no suelen tener forma de triángulo sino de redonda, si son triangulares se llaman "Totopos". Y nunca te los ponen con guacamole, sino con tomate, queso y carne.
- Las cervezas suelen tener entre 4 y 4'5º, solo las oscuras o de trigo sobrepasan los 5º.
- El tequila es la bebida más barata, puedes encontrar desde 85 pesos la botella (5 euros)

lunes, 5 de agosto de 2013

Empleo


Muchos me preguntáis por cómo está la situación laboral aquí, ya sea porque os preocupáis por mí, porque estáis valorando la posibilidad de salir y veis en Latinoamérica una opción o simplemente por curiosidad. Voy a tratar de resumir las ventajas e inconvenientes de buscar empleo en este país.

Para empezar, aquí hay bastante empleo y poco paro "oficial", es decir, restando todos los millones de personas que trabajan en la economía sumergida. Los sueldos son muy dispares, en general los empleos cualificados están bien pagados mientras que los no cualificados tienen sueldos muy bajos y apenas llegan para cubrir las necesidades básicas.

En cuanto a requisitos, lógicamente te piden lo mismo que en todos lados: Estudios, experiencia, informática, idiomas... Nada nuevo bajo el sol de México. Pero la mayor dificultad no radica en demostrar esas cualidades, sino que con la nueva ley de migración de 2012 las condiciones para acceder al empleo como extranjero se han endurecido. Actualmente, si entras al país sin oferta laboral solo puedes acceder con Visado de turista (la FMM), con el que NO puedes trabajar. Este visado te da derecho a una estancia de 180 días, durante los cuales puedes buscar empleo pero sabiendo que la empresa que te contrate deberá hacer los trámites que te permitan el cambio de visado a Residente Temporal (la antigua FM2), lo que se puede alargar 2-3 meses tranquilamente. Una vez finalizados los trámites tienes que ir a un consulado Mexicano de fuera del país (no tiene por qué ser España) para solicitar el nuevo visado, y volver a entrar al país para solicitar la nueva forma migratoria.

A efectos prácticos, eso te pone en desventaja respecto a otros candidatos que opten al mismo puesto, ya que a la empresa le resulta más fácil, rápido y barato contratar a otra persona. Todo esto ya lo sabía antes de venir y en ningún caso lo veo como una excusa por lo que pueda pasar, pero es importante saberlo para no hablar de ello como algo trivial. Aunque al final lo importante es que aquí sí hay oportunidades, y ya he leído y escuchado varias veces una frase que lo resume todo: "En México todo es posible".

jueves, 1 de agosto de 2013

Runner


Después de varias semanas con nula actividad física decidí que había llegado el momento de volver a una de mis mayores aficiones: Hacer deporte. Así que me calcé las zapatillas y salí a correr por mi colonia (barrio), que al ser residencial tiene varias zonas con muy poco tránsito y algunos caminos de tierra. Al cabo de 5 minutos me sentía bastante fatigado, y me di cuenta de que no solo era por mi baja forma sino por la altura de la ciudad: Ya me habían advertido de que correr a 2.000 metros de altura es más duro porque hay menos oxígeno, y es algo que he seguido notando en los días posteriores. 

En mis primeras salidas no he sido capaz de correr más de 30 minutos seguidos, así que tendré que acostumbrarme a esas nuevas condiciones. El calor de aquí también es muy diferente, porque es muy seco pero tienes la sensación de que el sol te quema más, lo notas más cerca. 
Espero seguir con mi entrenamiento porque hacer deporte es algo fundamental tanto para el cuerpo como para la mente, es el momento donde desconectas de todo, te olvidas de los problemas y simplemente disfrutas del paso de los kilómetros. La anécdota del último día que salí es que pasé por un tramo que estaba lleno de pequeños insectos y había tantos que tuve que hacerlo andando porque cuando corría notaba que me daban golpes en la cara y en los brazos. 

Otro tema son los mosquitos: No me molesta que haya, porque es normal, estamos en verano, pero sí su gran inteligencia: Ese momento donde cierras la luz y notas que algo se te acerca a la oreja: "zzzzzzz....", pero enciendes la luz y dejas de oír nada. Miras por toda la habitación y ha desaparecido, hasta que vuelves a apagar la luz y en dos segundos oyes: "zzzzzzzzzzzzzz..." y vuelves a entender la luz y otra vez lo mismo, y entras en un bucle sin sentido. Hasta que recordé que me había traído un enchufe en la maleta de esos que emiten ultrasonidos... pero oh, sopresa: Son completamente immunes, a los mosquitos mexicanos no les molestan ese sonido, seguramente si me pongo alguna crema repelente les gustará y todo. Así que me rendí y me tapé hasta la cabeza, buscando refugio ante tal ataque frontal y despiadado. Y finalmente conseguí dormirme. Buenas noches, mosquito.